De: Tu nieto

Enviado el: 26 de noviembre

Número: 86

Para: Mi abuelo

Asunto: Anticonceptivos

 

Me has explicado muy bien lo que es el cielo, el purgatorio y el infierno. Me habías hablado del infierno en otro mensaje. Pienso que Dios es infinitamente bueno y misericordioso y no permitirá que nos condenemos. Confío en que, en el momento final, nos dé la luz para arrepentirnos de lo que hayamos hecho mal.

 

Mi amigo, del que te hablé que tuvo un hijo con su pareja y lo adoptó, me dijo que la chica le contó que se había quedado embarazada intencionadamente. Le pregunté cómo había sido. Ella dejó de utilizar, en los días fértiles, el anticonceptivo. Mi amigo no sabe qué anticonceptivo usa, se confió pensado que era infalible.  No sé cuántos anticonceptivos hay ni cómo funcionan. Me han dicho que algunas chicas no los toman porque temen los efectos secundarios.

 

Los curas aseguran que es pecado utilizar anticonceptivos. Pienso que es peor que la chica se quede embarazada y ocasione un problema tanto a ella, como a su familia, al chico y a la familia del chico.

 

Dicen que desde que existen los anticonceptivos se abusa más del sexo, pero siempre se utilizaron anticonceptivos, no tan seguros como los de ahora, pero eficaces algunas veces, y siempre hubo sexo fuera del matrimonio.

 

Estoy de acuerdo con lo que me dijiste en un mensaje sobre no tener sexo sin estar casado y sin la idea de formar una familia. Sería bueno para evitar muchas cosas, como lo que le pasó a mi amigo, o para impedir una enfermedad, etc., sin embargo se sigue y se seguirá practicando, es humano.

 

Estoy deseando que lleguen las vacaciones de Navidad. Cuando se espera algo parece que el tiempo es más lento.

 

Besos, tu nieto

De: Tu abuelo

Enviado el: 27 de noviembre

Número: 87

Para: Mi nieto

Asunto: Feminismo. Anticonceptivos

 

Es cierto que desde que existen anticonceptivos más eficaces se abusa del sexo. Con ellos comenzó, según dicen, la auténtica “liberación de la mujer”, con el amor libre y la promiscuidad. La lucha de las mujeres por sus derechos laborales y sociales, que tuvo su momento álgido durante la época de la segunda revolución industrial, en 1870, degeneró en la lucha por el derecho a disponer de su cuerpo, a la liberación sexual, a renunciar a la maternidad, a anteponerse al hombre, y a otros males como la promiscuidad sexual. En 1960 se formó el movimiento hippie promoviendo la diversificada actividad sexual y el amor libre. Al final de la década de los 60, el movimiento liberalizador de la mujer llegó a una tergiversación de la realidad femenina, hasta el punto de proponer la lucha contra la maternidad, la familia, el compromiso. El resultado alcanzado para la mujer fue vivir en soledad, en aislamiento, sentirse como un elemento productivo en el trabajo, sin amor, sin marido, sin hijos, frustrada. En los últimos tiempos está naciendo una tendencia a equiparar el hombre y la mujer, a corregir los errores del pasado, a un neofeminismo que revaloriza la familia y la maternidad, que busca la complementariedad con el sexo masculino y no una igualdad o superioridad a ultranza. Reconozco que las mujeres han logrado avances en el terreno empresarial y social, a los que se hubiera llegado igualmente sin recurrir a posturas extremas, y aún queda mucho por hacer en algunos países. En los occidentales se ha pasado a una dictadura de la mujer, se quiere “feminizar” todo, así, en un discurso, una mujer que ocupaba un alto cargo político, se dirigió a los oyentes de la siguiente forma: Miembros y miembras del partido... (jejeje), ¡hasta qué extremos se llega en lo que llaman “ideología de género”!

 

Me he ido un poco por las ramas. Me preguntaste por los anticonceptivos. Un anticonceptivo es aquel que impide o reduce la fecundación. La Catholic Enyclopedia dice: “El control de la natalidad es una perversión voluntaria de los dones naturales de Dios para engendrar hijos… Es esencialmente malo porque: emplear la función sexual para la gratificación propia de tal manera que se prohíba el propósito natural de dicha función es pervertirla; anular el propósito primordial de la relación matrimonial sin una razón seria es oponerse a la voluntad divina”.

 

La Iglesia, desde la fe, siguiendo las Escrituras, es depositaria de la Palabra, ilumina la ley moral y define los comportamientos como lícitos o ilícitos, pero respeta la libertad de la persona.

 

La unión sexual es un medio que Dios dispuso para procrear, multiplicar la espacie. En varios pasajes de las Escrituras está recogida esta voluntad divina. Fue el primer mandamiento a Adán y después a Noé, que fuésemos fecundos y que nos multiplicásemos. Así se recoge en Tito 2,3-5; en Levítico cap.18; en la exhortación de Pablo a las viudas jóvenes; en Timoteo 5,12; en el Salmo 127,3-5, que dice que los hijos son un regalo de Dios y el hombre que tiene muchos hijos es bendecido; en Génesis 1,28: “fructificad y multiplicaos, llenad la tierra"; en Génesis 9,1: "bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra"; en Salmo 127, 3: “regalo del Señor son los hijos, una recompensa el fruto de las entrañas"; en Salmo 128,3-4: "tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa. He aquí que así será bendecido el hombre que teme a Yavé"; en Salmo 139,13: “porque tú formaste mis entraña, tejiste mi cuerpo en el seno de mi madre... mi embrión vieron tus ojos”; en Jer. 1-5: “Antes de formarte en el seno de tu madre te conocí; antes de que salieras de su seno te consagré"; en Job 31,15: “quién me formó a mí en el seno de mi madre, ¿no formó también a los demás?”; en Job 313,18: "desde mi infancia Dios me crió como un padre y desde el seno materno fue mi guía", y en otros muchos pasajes se manifiesta el amor de Dios a las criaturas desde el momento del inicio de la vida.

 

La función más grande que realiza el ser humano es traer al mundo hijos creados a imagen y semejanza de Dios, lo que proporciona al sexo dignidad por ser algo divino, sagrado, y en cuyo acto está Dios presente creando una nueva vida. Es el proyecto de Dios e ir contra este proyecto es una transgresión voluntaria de sus preceptos.

 

La unión sexual, siguiendo lo establecido por Dios, debe realizarse únicamente dentro del matrimonio. Cualquier acto matrimonial debe estar abierto a transmitir la vida. Dios, en su infinita sabiduría, dispuso de ritmos naturales de fecundidad, que son los auténticos anticonceptivos, son métodos naturales que permiten posponer o evitar los nacimientos.

 

La Humanae vitae, Carta Encíclica sobre la regulación de la natalidad, de SS Pablo VI, publicada en 1968, advierte de las consecuencias graves de los métodos de regulación artificial de la natalidad. Señala las vías ilícitas de esta regulación, como, entre otras, la interrupción directa del proceso generador ya iniciado y la esterilización directa, perpetua o temporal, tanto del hombre como de la mujer.

 

Son métodos abortivos los que buscan evitar la implantación del óvulo ya fecundado y actúan impidiendo el desarrollo del embrión, lo cual causa su muerte: el DIU; la píldora anticonceptiva o contraceptivo oral; el Norplant; la RU 486 (o "píldora abortiva" o "Del día siguiente"); Depo Provera; Preven, etc...

 

Los métodos no abortivos son: el preservativo, pero su uso está prohibido por la iglesia católica, ya que "todo uso de la sexualidad… deberá estar abierto a la vida (Art. 14 de Humanae vitae); método Ogino-Knaus; método de la temperatura basal; método de la ovulación o método Billings; método sintotérmico… Los métodos consistentes en controlar los días fértiles y evitar las relaciones sexuales durante este período, se adaptan a la naturaleza, a las reglas que Dios ha puesto (Humanae Vitae 16). “ Por el contrario, es intrínsecamente mala toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga como fin o como medio, hacer imposible la procreación" (Humanae Vitae 14). Juan Pablo II, en su exhortación apostólica Familiaaris Consortio (1981) también se manifiesta a favor de la vida.

 

En tu mensaje dices que hay anticonceptivos, como el preservativo, que evitan enfermedades. No es así, el riesgo existe, no es infalible. No se producen enfermedades cuando se mantiene la virginidad hasta el matrimonio y se es fiel al cónyuge. Se ha comprobado que descendieron las enfermedades de transmisión sexual en países centroafricanos, en los que se había hecho campaña por la fidelidad conyugal y el mantenimiento de la virginidad, desde criterios sanitarios y no morales. San Pablo, en 1ª Coríntios 7: 9, dice: "...pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que abrasarse".

 

Dices en tu mensaje que algunas chicas no usan anticonceptivos porque los consideran peligrosos para la salud. Así es, hay diversos efectos secundarios irreversibles y aumentan el riesgo de padecer ciertas formas de cáncer u otras enfermedades. Hay mucha información al respecto.

 

Tienes razón al decir que el tiempo parece más largo cuando esperamos la llegada de algo. Yo espero veros pronto y se me hace larga la espera. Estoy clasificando mis pertenencias: qué llevo y qué dejo. Es difícil.

 

Besos, con gran cariño, tu abuelo

 

 

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