De: Tu nieto

Enviado el: 28 de septiembre

Número: 64

Para: Mi abuelo

Asunto: La justicia

 

Ya he encargado uno de los libros de Ricardo de la Cierva. Me interesa el asunto y deseo informarme. No quiero ser una de esas personas que hablan y se permiten opinar  de lo que no entienden. Si no conozco la materia, me callo o digo claramente que no discuto sobre lo que no sé de buena tinta.

 

Otro asunto que está de actualidad es la actuación de los tribunales de justicia. Da la impresión que la justicia no es la misma para todos, es decir, que no somos iguales ante la Ley. Se está viendo en los casos que en este momento se juzgan. La mayoría de mis compañeros piensan que todo es una farsa. Es decepcionante. No sé si realmente se hace justicia, dado que no conozco la Ley, no soy abogado ni juez (ni jueza, jejeje, es horrible decir jueza ¿no crees?, suena fatal). Me gustaría saber lo necesario para poder tener mi propio criterio. No quiero hacer conjeturas.

 

Este fin de semana hemos hecho una escapada a Guadalupe, en Cáceres. ¡Cuántas obras de arte! Lo que más me impresionó fue ver el milagro eucarístico del que me hablaste en otro mensaje, vi el cuadro de Zurbarán y la hijuela con las gotitas de la sangre del Señor. Me emocioné. Fue una visita guiada, por eso pudimos entrar en el sitio en el que están muchas valiosas reliquias y la del milagro.

 

Mañana es mi santo y el santo de mi padre. Te echaremos de menos. Tanto papá como yo  agradecemos los regalos que nos mandaste, nos gustaron mucho. Llegaron hoy.

 

Te dejo, pues tengo trabajo atrasado.

 

Besos, tu nieto

 

De: Tu abuelo

Enviado el: 30 de septiembre

Número: 65

Para: Mi nieto

Asunto: La justicia y el uso del castellano

 

Haces bien en no opinar sobre lo que no conoces. Tienes razón, todo el mundo da su parecer sin haber estudiado el tema. Me hace gracia escuchar las tertulias de las emisoras de televisión y radio  en las que los tertulianos saben de todo y entienden de todo… parece un chiste. Son “expertos” en economía, derecho, religión, política, sociología, psiquiatría, etc. Deseo creer que, antes de dar su opinión, se hayan asesorado por especialistas en cada materia o por los libros correspondientes. Como dice Balmes, en La sociedad: “El común de los hombres entiende tanto en política, en guerra y en otras cosas semejantes, como en el cálculo infinitesimal, pero en éste se usa un lenguaje peculiar y no usual y en aquellas ciencias no. Esta es una de las causas de que todos hablen de lo primero y no de lo segundo”.

 

Confío en que la visita a Guadalupe haya sido fructífera, que tu fe se haya afianzado y crecido. Es un lugar especial.

 

La justicia debe ser igual para todos. Según un pensamiento de Friedrich Nietzsche la justicia no es igual para todos: “mi noción de la justicia es ésta: los hombres no son iguales”

 

Lo malo está en que los políticos siempre quieren dominarla e influir en ella. Los poderes legislativo, ejecutivo y judicial tienen que ser independientes, no estar sujetos al gobierno de turno. Desgraciadamente sí lo están. Ya, en su tiempo, dijo Platón: “yo declaro que la justicia no es otra cosa que la conveniencia del más fuerte”. Respecto a la justicia y la política, me produce diversas interpretaciones la frase de Abraham Lincoln: “La mejor justicia no siempre es la mejor política”.

 

La justicia se representa por una mujer que sostiene una balanza equilibrada y sus ojos tapados por una venda. Esa venda significa que la justicia no depende de la persona a la que se juzga (no la ve, “la justicia es ciega”), por lo que actúa de manera imparcial, tratando a todos por igual. El problema es que, en determinados casos, se quita la venda…

 

La Declaración Universal de los Derechos Humanos, DUDH, dice que, al nacer, todos los hombres y mujeres son libres e idénticos en materia de derechos y dignidad. Santo  Tomás de Aquino dijo que, según la ley natural, los ciudadanos han de tener los derechos naturales que Dios les da. Puso los cimientos de la DUDH.

 

A mí me gustaría más una “Declaración Universal de las Obligaciones Humanas”. Si todos cumpliéramos con nuestras obligaciones morales y materiales, no existiría la esclavitud, la tortura, el abuso de poder, el hambre, etc. y, a cambio, habría solidaridad, amor, generosidad, etc. Se debería fomentar en la sociedad el concepto de obligación humana. Según Ulpiano, los preceptos del derecho son: “vivir honestamente, no ofender a otro y dar a cada uno lo suyo”. Tú, por ejemplo, tienes la obligación de estudiar, de ser un buen compañero, un buen alumno, un buen hijo, un buen hermano, y un buen ciudadano (y un buen nieto, jejeje). Sin embargo las personas solamente hablan de sus derechos, jamás de sus obligaciones. La sociedad no ha sido bien educada, es analfabeta moral. ¿Has oído alguna vez a alguien hablar de sus obligaciones?

 

Estoy de acuerdo contigo en que “jueza” suena fatal. Los artículos determinan si el cargo está ocupado por una mujer o por un hombre. Los cargos no tienen “sexo”. Como ejemplo, si llamamos “sillón” al cargo, no decimos “sillona” si se siente en él una mujer… Así debe decirse “la juez” ¿a que no suena mal?

 

Otro error es llamar “presidenta” a la mujer presidente. Debe decirse “la presidente”. El participio activo del verbo ser es “ente”, que indica lo que es, lo que tiene entidad. La terminación “ente” de una palabra significa que una persona tiene capacidad para realizar una función determinada, sin tener en cuenta su sexo. Por ejemplo, en el caso de que a una mujer le guste no depender de nada, no dices que es “independienta”; si está enferma, el doctor no la llama “pacienta”, y en la residencia de estudiantes no dicen que es “residenta”…

 

En una página de Internet, parodiando una noticia de un periódico que hacía referencia a un manifiesto sobre el “género”, leí: los firmantes eran: el dentisto, el poeto, el sindicalisto, el pediatro, el pianisto, el golfisto, el arreglisto, el funambulisto, el proyectisto, el turisto, el contratisto, el paisajisto, el taxisto, el artisto, el periodisto, el taxidermisto, el telefonisto, el masajisto, el trompetisto, el violinisto, el maquinisto, el electricisto, el oculisto, el policío y, sobre todo, ¡el machisto!

 

Ya comenzó la berrea ¿te animas a venir?

 

Lucero está hermoso, esperándote.

 

Espero tu próximo mensaje. Besos, tu abuelo.

 




Entradas a:

Índice de "Tienes un email ¡Abre la ventana!

Currículum de Emma-Margarita R. A.-Valdés

Opiniones sobre su obra poética

Estilo literario

 Libros de Emma-Margarita R. A.-Valdés

Contenido(Entrada a todas las secciones)

Si quiere enviar un mensaje recomendando

Universo Literario, pulse AQUÍ

Añada Universo Literario a sus Favoritos

Todos los derechos reservados © - Emma-Margarita R. A.-Valdés