De: Tu nieto
Enviado el: 3 de noviembre
Número: 14
Para: Mi abuelo
Asunto: Mis raíces
Cuando estaba leyendo el libro del que
te hablé, me entró la curiosidad sobre
mis antepasados.
Quisiera saber más sobre la historia de
mi familia, todo lo que recuerdes. Tú
eres el padre de mi padre. Me interesan
sus ideas políticas, sus trabajos, sus
vidas, y lo que tú creas importante.
Algunas veces pregunté a papá sobre sus
antepasados, no pudo decirme mucho
porque tenía que ir a su trabajo. Mamá
me informó de su familia, me dio más
datos que papá. Cuando era pequeño hice
un árbol genealógico en el colegio, me
ayudaron mis padres, en aquel momento
sólo me dieron los nombres, sin más
detalles.
Espero tu mensaje. Si es largo, llámame
por teléfono pasadas las ocho de la
tarde.
Besos, tu nieto

De: Tu abuelo
Enviado el: 5 de noviembre
Número: 15
Para: Mi nieto
Asunto: Las raíces. El respeto. Tu
hombría
Ayer hablamos por teléfono y te conté lo
esencial de tus antepasados: los lugares
de nacimiento de tus bisabuelos, cómo se
conocieron y se amaron, su fidelidad, su
entrega al trabajo, su honradez, sus
ilusiones, su caridad, sus elevados
principios. Sé que pensaste que sus
virtudes eran producto de los tiempos
que vivieron, en los que el honor y la
fama fueron fundamentales. ¿Imaginaste
que yo modificaba la realidad para
hacerla más hermosa? No, no fue así.
Quizá tengas razón en que aquellos
tiempos propiciaban el honor, sin
embargo no todos sus contemporáneos eran
honorables, había maldad, avaricia,
engaño, injusticia… los seres humanos
son como son, aunque hay épocas en las
que hay más personas dignas que indignas
y viceversa.
En
aquellos tiempos, un apretón de manos,
al final de un acuerdo, era tan valioso
como una firma en un documento ante
notario. La palabra tenía valor. ¡Qué
lástima que los valores éticos y
religiosos estén hoy tan abandonados y
minimizados!
El
entorno y, principalmente, los medios de
comunicación, forman o deforman,
influyen positiva o negativamente en el
juicio moral sobre qué está bien y qué
está mal.
Tú, mi querido nieto, jamás abandones
los valores éticos y religiosos. Que
sean las señas de tu identidad. Sé
honesto. Nunca seas mezquino. Sé noble.
Mantén la fidelidad a tus principios, a
tu norma, a tu idea fundamental,
teniendo como base la bondad, la
caridad, la generosidad, el amor a Dios
y a sus criaturas, el trabajo bien
hecho, el cumplimiento de la palabra y
de las obligaciones, el sano goce de lo
que la vida ofrece, la alegría, la paz
interior. Sé prudente, actúa con
moderación. Y, sobre todo, cuida tu fe
en Dios. La fe te proporcionará una vida
en plenitud y en armonía. Alimenta tu
inteligencia para alcanzar sabiduría. La
sabiduría te dará la modestia. En
resumen: sé un hombre.
Las personas que alcanzan la madurez
emocional tienen unas determinadas
cualidades, como la templanza, la
fortaleza, la paciencia, el escuchar las
opiniones ajenas, la constancia, la
sinceridad, la prudencia, la caridad, la
generosidad, la de pensar y actuar por
sí mismas de forma coherente, etc.
Digo “escuchar las opiniones ajenas”, no
digo respetar, pues hay opiniones y
actuaciones que no deben ser respetadas,
contra las que hay que tomar partido. El
verbo "respetar" está muy manipulado hoy
día y es utilizado por mucha gente con
una total “falta de respeto”. Incluso
entre los católicos más comprometidos.
Dicen: “hay que respetar la libertad”.
¿Qué libertad? ¿el libertinaje, la
impudicia, la obscenidad, la
deshonestidad, la promiscuidad sexual,
el asesinato, el terrorismo, el aborto,
la píldora del día después, la
eutanasia, el amor libre, el divorcio,
los matrimonios de homosexuales (existen
las uniones de hecho y sí deben ser
respetadas las personas individualmente)
y su adopción de niños (que necesitan
dos pilares, uno femenino y uno
masculino), la prostitución, el vicio,
la perversión, el estatismo, la
masonería, el satanismo, las sectas, la
corrupción, la codicia, el laicismo, el
ateísmo, los programas basura de la
televisión, el escándalo...?. Thomas Man
dijo: “La tolerancia es un crimen cuando
lo que se tolera es la maldad”.
Los valores cristianos son
motivo de chanza pública. Incluso la
conciencia natural es cuestionada en
algunos foros radicales. Los prejuicios
contra los valores religiosos y éticos
están creando una generación de
"analfabetos morales". Y esto es muy
peligroso.
Es necesario luchar
contra las ideologías demoledoras que
rompen la armonía de las personas y de
los pueblos. Si se sigue a Jesús hay que
denunciar, y no callar, como hizo Él con
los fariseos, los mercaderes del templo,
etc. Sabía que le matarían por su
testimonio, pero siguió adelante hasta
la cruz. También Juan el Bautista fue un
claro ejemplo de comportamiento, de no
someterse a las conveniencias sociales,
aunque conocía el peligro de sus
afirmaciones. De igual forma actuaron
Pedro, Pablo y muchos mártires. Cristo
dijo que vomitaba a los tibios
(Apocalipsis,3,16).
Es
bueno que te valores, que tengas
autoestima, un buen concepto de ti
mismo, que tu personalidad esté formada
en el bien y la verdad. Jamás seas
narcisista, no te complazcas en tus
cualidades y aptitudes, reconoce y
valora las de los demás, acepta las
críticas constructivas. No olvides que
todo lo que eres se lo debes a la
providencia de Dios, eres su criatura y
todo te fue dado. El único mérito real
es que los dones recibidos de Dios los
utilices en su servicio y mayor gloria.
Sé humilde, no despiertes la envidia en
los demás. No humilles, no hagas surgir
la venganza. La humillación es una forma
de tortura, hiere la dignidad. En la
obra de Shakespeare, Otelo, puedes
intuir las consecuencias de estos
sentimientos. Jamás hagas ostentación de
lo que posees, no te jactes de cualidad
o cosa alguna, puedes causar violencia,
venganza o cualquier otro mal derivado
de la envidia.
Te
recomiendo que leas Serás hombre, hijo
mío, de Rudyard Kipling. Búscalo en
Internet.
Un
pensamiento muy acertado de San
Bernardo: “Muchos desean saber sólo por
saber; esto es curiosidad torpe. Otros
desean saber por hacerse visibles; esto
es vanidad ridícula. Otros buscan la
ciencia para venderla por dinero,
honores, dignidades; esto es comercio
bajo. Pero otros desean saber para
salvarse a sí mismos; esto es prudencia.
Otros para salvar a los demás; esto es
caridad”. Que tu deseo de saber sea para
los dos últimos fines del pensamiento de
San Bernardo.
Según Napoleón: “La
sabiduría sirve de freno a la juventud,
de consuelo a los viejos, de riqueza a
los pobres y de ornato a los ricos”.
Siento gran dolor por los que han tenido
unos padres que no han sabido
inculcarles los valores fundamentales
para una existencia plena o los han
maltratado. Los niños maltratados no se
recuperan fácilmente del sufrimiento
soportado. A veces, las secuelas del mal
trato hacen que su comportamiento en la
sociedad sea muy negativo. Como dice
Platón, en República: “Los caballos
maltratados se hacen peores”. Yo opino
que, con ayuda o con su propio esfuerzo,
pueden acallar las resonancias del
pasado y ser buenas personas, incluso
mejores que la mayoría, por la dura
experiencia que han sufrido.
Te
envío un archivo adjunto con las fotos
amarillentas que conservo como un
tesoro. Eres la continuidad de la
estirpe, de la que tú eres una fuerte
rama. No deben olvidarse las raíces.
El
15 de noviembre es el santo de tu
hermano, San Alberto Magno. Supongo que
lo celebrareis. Yo ya le he comprado un
regalo para enviárselo junto con mi
felicitación. No se debe olvidar
festejar los santos, son nuestros
protectores. San Alberto Magno fue un
gran teólogo, filósofo, geógrafo,
científico. Es Doctor de la Iglesia. San
Alberto es el patrono de los estudiantes
de
ciencias naturales,
ciencias químicas
y de
ciencias exactas.
Quedo a la espera del próximo email. Un
fuerte abrazo de tu abuelo. |