De: Tu nieto
Enviado el: 15 de septiembre
Número: 2
Para: Mi abuelo
Asunto: Mis estudios
¡Hola, abuelo! Como te prometí, te
mando mi primer email.
Echo de menos tu compañía y tus
consejos, como cuando estabas aquí. Siempre me he sentido a gusto
contigo, eres la única persona con la que compartí mis sueños,
pensamientos y vivencias. Deseo seguir haciéndolo aunque estés lejos. Me
gustan los refranes y, te pido consejo siguiendo los dos siguientes:
“Jóvenes y viejos, todos necesitamos consejos” y “refranes de los
abuelos, breve evangelio”
De vez en cuando te llamaré por
teléfono, pero prefiero que me contestes por email a algunas cosas para
poder guardar tus mensajes en mi ordenador (voy a abrir una carpeta, la
titularé “del abuelo”).
Estoy aburrido. Estoy dando
vueltas a la idea de dejar la carrera. Hay una asignatura que se me
atraganta, la suspendí el pasado curso. Pienso en no presentarme al
próximo examen. Claro que me gusta la carrera, es la que me va, pero, si
tengo que pasar por esa asignatura, me quedaría hasta el fin de los
tiempos repitiendo. No sé qué hacer.
Hay compañeros que llevan muchos
años repitiendo asignaturas, y siguen y siguen…, pero yo no soy así, no
aguantaría.
Continuaré dándole vueltas, es
como un dolor de cabeza, a ver qué decido.
No fui a la berrea porque, como
sabes, no disfruto con la caza, solamente me gusta contemplar los
venados y los jabalíes en el campo, haciendo su vida normal. Me encanta
verlos, especialmente por la noche. Los jabalíes me intimidan, son
peligrosos, sus colmillos son como cuchillos. Me llena de paz estar en
contacto con la naturaleza.
Al potro que me regalaste le voy a
llamar Lucero. Cuídalo. Cuando sea grande cabalgaré con él por el campo.
Tengo mucha ilusión.
Besos, Tu nieto
De: Tu abuelo
Enviado el: 17 de septiembre
Número: 3
Para: Mi nieto
Asunto: Re: Mis estudios
Veo que tienes un pequeño problema
con una asignatura, dices que se te atragantó. Yo te digo que tengas
paciencia, a mí me ocurrió lo mismo. Estudié más intensamente la
asignatura y conseguí conocerla tan bien que llegó a ser la más amada.
Se ama cuando se conoce, cuando esa asignatura no tiene secretos para ti
y sabes las respuestas a todos los interrogantes, porque has llegado
hasta sus fundamentos.
Debes esforzarte y mantener una
serie de pautas de comportamientos que te lleven a la consecución de tus
objetivos. No es suficiente el talento, se necesita la fortaleza
necesaria para desarrollarlo con el estudio y el trabajo. Nunca tomes
una derrota como un fracaso, es una etapa de la lucha que lleva al éxito
si se tiene valor para afrontar la dificultad y superarla. Cada fracaso
es una experiencia para el futuro. Según Marat:
“Un esfuerzo más y lo que iba a ser un fracaso se convierte en un éxito
glorioso. No existe el fracaso… salvo cuando dejamos de esforzarnos”. En
la Biblia encontramos palabras como estas: “Lo que yo te
mando es que tengas valor y seas valiente. No tengas miedo
ni te acobardes, que contigo está el Señor, tu Dios, en cualquier cosa
que emprendas” (Jos. 1, 9).
Es importante autocontrolarse,
dominar los propios impulsos y reacciones, distinguir entre lo
importante y lo que no lo es, alcanzar un equilibrio personal, regular
la forma de proceder y eliminar el estrés. Dice la Biblia: “pues Dios no
nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de fortaleza, de amor y de
templanza” (2. Tim. 1, 7)
Has elegido esa carrera porque es
la que te gustaría ejercer. No permitas que una piedrecita te impida
seguir el camino. Mantén el rumbo. Si te caes, “levántate y anda”. Que
nada te impida realizar tus sueños. Actúa con sabiduría y madurez. Jamás
desconfíes de tu capacidad para lograr tus fines. Dijo Shakespeare:
“La desconfianza en nosotros mismos es un enemigo traidor que
nos priva de hacer muchas cosas buenas, sin más razón que la de no
resolvernos e intentarlas”.
Si no consigues vencer la
dificultad que tiene para ti esa asignatura, busca un profesor
particular o una academia. Si no se puede pagar o no se encuentra un
profesor particular que te ayude, acércate al profesor de la asignatura,
con humildad y respeto, y expón tu problema. Te escuchará y te
aconsejará. Pero que sea la última solución. Lo mejor es el profesor
particular.
Nunca pienses "no puedo",
demuéstrate a ti mismo de lo que eres capaz. Inténtalo y lograrás el
éxito. El triunfo lo conseguirás por tu constancia, por tu firmeza y
perseverancia en tus propósitos. Confía en tus cualidades. Dice Ossorio,
en El Alma de la Toga: “El hombre, cualquiera que sea su oficio, ha de
fiar principalmente en sí. La fuerza que en sí mismo no halle no lo
encontrará en parte alguna”. No olvides el refrán: “con tiempo, trabajo
y paciencia se adquiere la ciencia”.
Deseo que pronto destruyas esa
piedrecita. Sabes que la gota de agua que cae con insistencia sobre una
roca, la perfora. No te detengas, el tiempo es oro.
Algunas veces, la sensación de
cansancio o de impotencia se debe a una escasa o mala alimentación.
Debes alimentarte bien, tomar muchas frutas, verduras e hidratos de
carbono, sin olvidar las proteínas y otros alimentos. El pescado
contiene fósforo, que es bueno para el cerebro. No tengas una
alimentación monótona, pues necesitas de todo, pero no abuses, no es
bueno comer mucha cantidad. Que tu madre compre lo del tiempo, aunque
actualmente hay frutas y verduras frescas todo el año porque se importan
de otros países. Es necesario ver la procedencia del género, en ciertos
lugares se utilizan productos químicos que son perjudiciales para la
salud.
Cuido de tu potro Lucero.
Abrazos de tu abuelo. |