LOS CATÓLICOS Y
HALLOWEEN:
¿Qué experiencia (moral o
religiosa) queda en el niño que para
"divertirse" ha usado disfraces de
diablos, brujas, muertos, monstruos,
vampiros y demás personajes relacionados
principalmente con el mal y el
ocultismo, sobre todo cuando la
televisión y el cine identifican estos
disfraces con personajes contrarios a la
sana moral, a la fe y a los valores del
Evangelio.? Veamos qué dice Nuestro
Señor Jesucristo del mal y lo malo en Mt.
7,17. Mt. 6,13. La Palabra de Dios nos
habla de esto también en 1ª Pe. 3, 8-12.
¿Qué nos enseña Nuestro Señor Jesucristo
sobre el prójimo? Leamos Mt. 22, 37-40.
Con los disfraces y la
identificación que existe con los
personajes del cine ... ¿no estamos
promoviendo en la conciencia de los
pequeños que el mal y el demonio son
solo fantasías, un mundo irreal que nada
tiene que ver con nuestras vidas y que
por lo tanto no nos afectan? La Palabra
de Dios afirma la existencia del diablo,
del enemigo de Dios en St. 4,7 1ª Pe
5,18 Ef. 6,11 Lc. 4,2 Lc. 25, 41
Si aceptamos todas estas
ideas y las tomamos a la ligera en "aras
de la diversión de los niños" ¿Qué
diremos a los jóvenes (a quienes durante
su infancia les permitimos jugar al
Halloween) cuando acudan a los brujos,
hechiceros, médiums, y los que leen las
cartas y todas esas actividades
contrarias a lo que nos enseña la
Biblia?. Es que nosotros, como
cristianos, mensajeros de la paz, el
amor, la justicia, portadores de la luz
para el mundo ¿podemos identificarnos
con una actividad en donde todos sus
elementos hablan de temor, injusticia,
miedo y oscuridad? Sobre el tema de la
paz podemos leer Fil. 4,9 Gál. 5,22. Ver
qué dice Jesús sobre esto en Mt. 5,14 Jn.
8,12.
SUGERENCIAS PARA LOS
PADRES DE FAMILIA EN HALLOWEEN:
Organizar
una catequesis
con los niños en los días anteriores al
Halloween, con el objeto de
enseñarles el por qué de la festividad
católica de Todos los Santos y los
Fieles Difuntos, haciéndoles ver la
importancia de celebrar nuestros Santos,
como modelos de la fe, como verdaderos
seguidores de Cristo.
Debemos explicarles de
manera sencilla y clara, pero firme, lo
negativo que hay en el Halloween y la
manera en que se festeja. Es necesario
explicarles que Dios quiere que seamos
buenos y que no nos identifiquemos ni
con las brujas ni con los monstruos,
pues nosotros somos hijos de Dios.
Los niños pueden
disfrazarse de ángeles o de algún santo
y preparar pequeñas bolsas con dulces,
regalos o tarjetitas con mensajes y
pasar de casa en casa, y en lugar de
hacer el "obsequio o truco" o de pedir
dulces, regalarlos a los hogares que
visiten y que expliquen que entregan
dulces porque la Iglesia Católica tendrá
muy pronto una fiesta muy importante en
la que se celebra a todos aquellos que
fueron como nosotros deberíamos ser: los
Santos.
Con valor y sentido
cristiano, los católicos podemos dar a
estas fechas, el significado que tienen
en el marco de nuestra fe.
ALTERNATIVAS A
HALLOWEEN:
Los cristianos debemos no
solo desenmascarar el mal sino ser
además luz en las tinieblas. Debemos
abogar por el retorno a la verdadera
celebración de la Fiesta de Todos los
Santos, que comienza en la noche del 31
de octubre.
En la liturgia de esa
noche, San Pablo nos enseña que los
santos están con nosotros (Hebreos
12,22-24).
Se pueden hacer muchas
celebraciones en torno a los santos. Los
niños se pueden disfrazar de un santo
favorito y aprenderse su vida,
especialmente sus virtudes, con el fin
de imitarlas. Los mayores pueden leer
sobre los santos, tener una fiesta en
honor a un santo favorito de la
comunidad o de la familia.
Tradicionalmente en
España y en algunas comunidades de
Latino América, solía irse de puerta en
puerta cantando, tocando instrumentos
musicales y pidiendo dinero para
celebrar misas para las ánimas del
Purgatorio
La Fiesta de Todos los Santos es una
invitación a ser nosotros también
santos. Las vidas maravillosas de los
santos nos ayudan a vivir más
perfectamente el Evangelio. Encontramos
en ellos grandes amigos que intercederán
desde el
cielo por nuestra salvación. |