Las conversiones están a la orden
del día; siguen siendo una constante en la historia; una línea
invariable que hunde sus raíces en la aparición del cristianismo y
que se alarga hasta nuestro presente.
Tres casos que han impactado
recientemente a la sociedad:
- William “Bill” Murria es hijo de
Madelyn Murria O´Hare, militante y atea radical asesinada en 1995,
quien consiguió que las cortes de Estados Unidos suspendieran las
oraciones en las escuelas públicas. William lidera hoy la Coalición
por la libertad religiosa y ha sido uno de los críticos más sonados
de la labor de su propia madre.
- Francis Beckwith fue hasta hace poco el presidente de la Sociedad
Teológica Evangélica, cargo al que renunció para regresar al seno de
la Iglesia en la que creció: la católica. El camino de regreso de
Beckwith comenzó tras leer a los Padre de la Iglesia y constatar
“que la Iglesia primitiva es más católica que protestante y que la
visión católica de la justificación, correctamente comprendida, es
bíblica e históricamente defendible”. Una conversión, podríamos
decir, de cariz intelectual.
- Norma McCorvey, que legalizó el aborto, hoy es pro vida. Norma
McCorvey no deja de llamar la atención: hace 34 años su caso sirvió
para legalizar el aborto en Estados Unidos. Embarazada en 1970,
inventó haber sido violada por una banda de pandilleros. Mientras se
litigaba su caso ante la Corte Suprema nació su bebé que luego fue
dado en adopción. De la triste experiencia como empleada en una
clínica abortista y ante la maternidad de otra de sus hijas, halló
el camino de conversión. En 1987 salió a la luz la verdad. No había
sido violada, conocía al padre de su primer bebé. En 1998, se
convirtió al catolicismo: "Sí, ahora soy claramente pro vida y
católica cien por ciento y si una mujer me dice que va abortar le
diría que hablara con su corazón y su sacerdote; después, que busque
a una mujer que ya haya abortado y que le pregunte qué tal le fue".
"Trato con muchas mujeres que han abortado y que ahora conocen al
Señor y se han convertido. Todas me dicen lo mismo desde hace varios
años: Norma, si hubiéramos sabido lo que sabemos ahora, nunca
habríamos abortado". Ahora Norma McCorvey está volcada a ayudar en
el movimiento pro-vida.
De
novicio budista a religioso camilo:
Nidal Ranatunga, ex principiante de
monje budista, es actualmente primer sacerdote srilankés de la Orden
de san Camilo. Atraído por la belleza del perdón y la alegría de
servir a los demás emprendió su camino hacia el cristianismo. En
1994 ingresó en esa Orden y fue hecho sacerdote en 2004. Ahora es el
padre Maximiliano Ranatunga y trabaja como uno de los seis
capellanes del hospital San Camilo en Roma, además de atender a la
comunidad de cingaleses que viven en esa ciudad.
Escritores (homosexuales):
- Oscar Wilde (autor, entre otros
grandes libros, de “El retrato de Dorian Gray”).
- Pier Giorgio Tondelli , converso
hacia el final de su vida, dijo que la castidad “es una virtud
mística para todos aquellos que la han elegido, y quizá el uso más
sobrehumano de la sexualidad … quien ama a la vida no es el
libertino sino el monje, porque este último busca el absoluto”.
Científicos:
El profesor Jerónimo Lejeune fue
quien descubrió el gen de la trisonomía 21 causante del síndrome de
down. Profesor de genética, consejero científico, ferviente
católico, primer presidente de la Pontificia Academia para la vida
y, de no ser por su postura antiabortista, casi premio Nobel, fue
ninguneado por quienes vieron en él a un opositor al aborto.
Otros conversos: intelectuales,
escritores, religiosos, ateos…
- En el caso judío hubo algunas
realmente significativas y profundas por la radicalidad de
aceptación de la nueva fe abrazada. Nombres como los de Eugenio
Zolli, ex gran rabino de la sinagoga de Roma, Jean Maria Lustiger,
actual cardenal emérito de París, Novak o el ex “rey del aborto”,
Bernard Nathanson, son populares.
. En el ambiente francés son
célebres las conversiones de grandes hombres como el luego P.
Lacordaire (a quien va unida la reforma de los dominicos en Francia
y una intensa actividad apostólica) o la de poetas, pensadores,
novelistas y dramaturgos del calibre de Charles Peguy, Paul Claudel,
Jacques y Raissa Maritain, Gabriel Marcel, Max Jacob, Leon Bloy,
Charles du Bos, Jean Cocteau, Huysmans, Julián Green… o de
científicos como Alexis Carrel y Pierre Lecomte; militares como
Carlos de Foucault; teólogos como Louis Brouyer y escritores como
André Frossard.
- En Inglaterra el apellido por antonomasia es el del cardenal
Newman. A él se le unen nombres como el del historiador Charles
Dawson o de escritores como G. K. Chesterton (cuya causa de
beatificación ha sido introducida). Los clérigos intelectuales,
filósofos, novelista y actores que migraron del anglicanismo al
catolicismo son numerosos: Robert Hugh Benson, Ronald Knox, Graham
Green, Muriel Spark, Gerard Manley Hopkins, Edith Sitwell y Sir Alec
Guinnes; o qué decir de Frederic Copleston, hecho incluso jesuita.
- En el contexto alemán suenan los
nombres de Eric Peterson y Heinrich Schlier, dos profesores
luteranos de Sagrada Escritura integrados luego en la Iglesia
católica. De la escuela fenomenológica de mediados del siglo pasado
se dieron dos integraciones al catolicismo, Edith Stein y Von
Hildebrand. Del mundo de la literatura proceden Gertrud von Le Font,
el novelista Alfred Doblin, el de premio nobel Ernst Junger o el
autor del libro entrevista al entonces cardenal Joseph Ratzinger,
“Dios y el mundo”, Peter Seewald.
- En el mundo hispano los nombres no
dejan de sernos familiares y, si cabe, más cercanos: Juan Donoso
Cortés, Manuel García Morente (luego ordenado sacerdote), Carmen
Laforet, Ernestina de Champourcin (convertida durante su exilio en
México) y Ramiro de Maeztu.
- En Italia destacan las
conversiones del escritor Vittorio Messori, la del empresario
Leonardo Mondadori, la de la princesa Alessandra Borghese, la de la
novelista Susanna Tamaro o la del vaticanista de la prensa laica
Domenico del Rio quien había abandonado el sacerdocio y recuperó la
fe por el testimonio de Juan Pabo II.
Hay
más casos que, por falta de espacio, no podemos abordar.
Los católicos en el mundo:
La artimaña de atacar al catolicismo
desprestigiándolo es una técnica más del milenario intento de
hacerla sucumbir por intereses diversos. Sin embargo la búsqueda de
hacerla aparecer como algo anticuado y propio de civilizaciones y
culturas atrasadas no ha logrado medrar el ánimo de quienes se
acercan con pureza de intención a ella. Ciertamente no es el mero
encuentro con una institución humana; es, ante todo, el encuentro
con el Dios vivo y personal que sale al encuentro. Un Dios que sólo
existe en el cristianismo porque es el único Dios verdadero.
Según el anuario presentado por la
Oficina Central de Estadística de la Iglesia, editado por la
Librería Editrice Vaticana, los católicos aumentaron de 1,045
millones en 2000 a 1,115 millones en 2005 (17,28% de la población
mundial). Y el aumento no ha sido a golpe de espada, metralla o
imposiciones legislativas (al revés, incluso pese a ellas). El
catolicismo sigue atrayendo por la verdad que entraña, defiende,
promueve y trata de transmitir a quienes están abiertos a conocerla.
Los que se han abierto, a través de un proceso intelectual o con la
sencillez propia de los niños, han cambiado sus vidas, se han
convertido, pues ante la Verdad uno no puede permanecer indiferente
y no se da otra consecuencia lógica que la del sucumbir con
docilidad. |