De: Tu nieto
Enviado el: 8 de octubre
Número: 8
Para: Mi abuelo
Asunto: Problema solucionado. Una fiesta
Hablé con mi compañero. Solucionado.
Parece que tiene un corazón de carne. Le
dije que habláramos con franqueza, si
tenía algo contra mí, que yo creía que
no había hecho nada que le molestara.
Por lo visto, hubo un mal entendido, así
que todo se aclaró.
El
día 12 tenemos una fiesta. Vamos todos
los amigos, chicas y chicos. Es en la
casa de uno de ellos, sus padres están
fuera y lo aprovechamos. Ya te contaré.
Me
dices que no siga vigilando. Sé que no
está bien, pero siento una gran
curiosidad y no puedo evitarlo. Hace
días que le sigo y he visto que varias
veces contactó con personas como las del
primer día que le seguí, también se
reunió con ellas en el museo y todas le
entregaron un paquete. Pero hay algo
más, algunas tardes va a un edificio y
se queda dos o tres horas. Voy a
informarme sobre a qué piso va y quién
vive en él.
Hoy es el día del aniversario de boda de
mis padres. Lo celebraremos en casa,
vendrán algunos amigos. Son 22 años de
casados. Me hace feliz verles juntos y
en armonía. Sólo quedan tres años para
las bodas de plata. Deseo que las
podamos celebrar juntos, como lo haremos
hoy, y que tú estés aquí.
Besos. Tu nieto
De: Tu abuelo
Enviado el: 9 de Octubre
Número: 9
Para: Mi nieto
Asunto: La fiesta y la conciencia
Está bien que hayas aclarado el problema
con tu compañero.
Respecto a la fiesta, no sé qué decirte.
No me parece bien que tu amigo aproveche
la ausencia de sus padres para dar una
fiesta en su casa. Es un mal
comportamiento y a sus padres, si se
enteran, les va a disgustar. Me imagino
que no tiene la confianza suficiente, lo
que es muy triste, es señal de que no
hay comunicación en su familia. Lo
correcto hubiera sido que les pidiera
permiso. Creo que no se lo pidió porque
estaba seguro de que no se lo darían. Su
actuación es a sabiendas de que lo que
hace está mal hecho. Es importante
mantener el respeto y ser ejemplo, pues,
como dice un refrán: “el que respeta a
sus padres será respetado por sus
hijos”.
La
dignidad de la persona exige la rectitud
de la conciencia. La conciencia es una
voz interior que diferencia el bien del
mal. Sócrates pensaba que tenemos una
voz divina en nuestro interior que dice
lo que está bien y lo que está mal, que
es imposible ser feliz si actuamos en
contra de nuestras convicciones, de
nuestra conciencia, y decía: “Quien sepa
lo que es bueno, también hará el bien”.
Dijo Horacio: “la conciencia
es como un vaso, si no está limpio el
vaso resultara sucio todo lo que se eche
en él”. Tu amigo sabe que actúa mal, el
vaso de su conciencia no está limpio.
La
conciencia, la ley moral natural, debe
ser formada para actuar acertadamente y
con justicia. Para una recta formación
de la conciencia están la ética, los
mandamientos de la Ley de Dios y los
Evangelios. Considero los Evangelios
como la mejor “filosofía de la vida”.
Debes leerlos, son amenos, breves
historias, pequeños relatos llenos de
contenido trascendente para meditar con
detenimiento. Uno de los mandamientos de
la Ley de Dios dice “honrarás a tu padre
y a tu madre”. Tu amigo no cumple con
este mandamiento, pues no respeta la
voluntad de sus padres, sabe que no le
darían permiso para la fiesta.
En
cuanto a que tú asistas o no, lo dejo a
tu conciencia. De todas formas, debes
consultar con tus padres.
Sobre lo de tu tío, me preocupa que te
metas en un asunto que quizá traiga
malas consecuencias para ti. Es
peligroso. Debes dejarlo. No comentes
con tus padres lo que has estado
haciendo, no les agradará y no has hecho
mal alguno, no tiene trascendencia ni
importancia que hayas seguido a tu tío
unos días, al fin y al cabo no has
encontrado pruebas determinantes de
culpabilidad.
He
hablado con mi hijo y su mujer para
felicitarles por el aniversario de boda
y les deseé muchísima felicidad. Rezo
siempre por toda la familia y confío en
que Dios siga protegiéndoos.
Muchos besos con gran cariño, tu abuelo |