Curación del ciego de Betsaida: Mc 8,22-26

 



 

SEÑOR, QUE VEA

 

 

 

Del libro "VERBO y verso"

Por

Emma-Margarita R. A.-Valdés

 

 

Toca mis ojos

con tus divinos dedos

y cura la ceguera de mi espíritu.

 

Quiero alzar la mirada

sobre el oscuro bosque de este mundo

y ver las cosas bellas que has creado.

 

Que vea claramente

el mensaje que encierran tus palabras.

Que pueda contemplar

el lugar donde habitas luminoso.

 

Caminaré seguro

por la senda de tu celeste luz

con los ojos abiertos a la fe.

 

 

TU HERMOSA CREACIÓN

 

 

 

¡Me alegra contemplar la primavera!,

tu hermosa creación

esa rosa primera,

los bosques y la inmensidad del mar,

la aurora del resol en la ribera.

 

¡Está radiante la naturaleza!.

Tiene luz celestial,

majestad y belleza,

un manantial de amor, de eucaristía,

un íntimo esplendor de la pureza.

 

Tu bendición llenó la tierra entera,

el mundo es claro umbral,

la piedad es sincera,

el corazón escala hasta la altura,

la verdad fija el rumbo a la quimera.

 

Veo tu luz, latido de la esencia,

el color espacial,

tu divina presencia.

¡Has vencido a la muerte con la Vida!

¡Ha vencido tu amor y tu clemencia!



Emma-Margarita R. A.-Valdés
email del autor: universo@universoliterario.net




 


 

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