INTRODUCCIÓN
El
motivo que me impulsó a
escribir este libro fue la
falta de comunicación en la
familia, la marginación que
sufren los abuelos y las
personas mayores, dar
respuesta a algunas
cuestiones que se plantean
los jóvenes, comentar los
temas de candente
actualidad, etc. Su
contenido es como un grito,
como un lamento por la
pérdida de los valores
éticos, por el desarraigo
generacional, por el olvido
y tergiversación de la
historia, por la distorsión
de la verdad en todos los
ámbitos, por el
comportamiento de la
sociedad, por el estado de
ánimo individual y
colectivo, y por muchas
otras razones.
Con
sencillez, intento responder
a las preguntas que todo
joven se plantea: el sentido
de la vida, el pasado, el
futuro, los estudios, la
relación interpersonal, la
fe, la muerte, el bien y el
mal, la moda, la política,
la guerra, la justicia, el
uso de Internet y otras
tecnologías, la familia, la
religión, etc. El escritor
Henri Jozef Machiel
Nouwen comentó: “Me dijo la
Madre Teresa hace doce años:
Escriba con sencillez, con
mucha sencillez, La gente
tiene necesidad de palabras
simples”.
El
título del libro está
formado por dos frases. Con
la primera frase, “tienes un
email”, reflejo la
inmediatez de la noticia, es
un aviso que aparece en la
pantalla del ordenador en el
instante en el que se recibe
un mensaje. Por esta
inmediatez deseo comunicar
la urgente necesidad de
enmendar la escala de
valores de la sociedad
actual. Con la segunda
frase, “abre la ventana”,
hago referencia al área
visual del ordenador,
incitando, metafóricamente,
a abrir las ventanas de la
mente y del espíritu a un
nuevo horizonte, a abrir las
moradas del alma para
recibir la luz del recto
proceder y del conocimiento.
Es una invitación a realizar
un esfuerzo para mejorar
individualmente y para
ejercer una influencia
positiva sobre los demás. La
calidad de la persona y la
convivencia en el futuro se
crean en el presente.
Mis
opiniones están sujetas a
error, como toda opinión
humana, pero las expongo con
humildad y en la creencia de
que son necesarias,
positivas y útiles para
orientar las acciones
morales; surgen de mi
contacto con los jóvenes a
causa de mi profesión,
catedrático de universidad,
y de los años vividos. Mis
ideas son el fruto del
estudio, de la observación y
de la meditación.
Ruego
benevolencia para mi modesto
escrito. Como dijo Dante, en
La Divina Comedia: “Déjese
aquí cuanto sea recelo;
mátese aquí cuanto sea
vileza”.
Estimado
lector, concluyo
dirigiéndome a ti con las
palabras del prólogo que
escribió Miguel de Cervantes
Saavedra a su libro Don
Quijote de la Mancha: “Y
con esto, Dios te dé salud y
a mí no olvide”.
Emma-Margarita R. A.-Valdés
Catedrático
 
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ÍNDICE DEL LIBRO
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