MISTERIOS
LUMINOSOS
(Para recitar antes de cada Misterio
del Rosario,
bien completos o en parte)
Por
Emma Margarita R. A.- Valdés

EL
BAUTISMO DE JESÚS EN EL JORDÁN
Te bautizas
con agua del Jordán,
sigues las
normas del ritual judío.
Muestra el
Padre tu eterno poderío,
serás la
salvación, el nuevo Adán.
Te esperaba
impaciente tu fiel Juan,
pedía
conversión al ser impío.
Sometió a la
Palabra su albedrío
y a tu servicio
dedicó su afán.
Que nosotros seamos bautizados
en tu fuego, en tu espíritu divino.
el bautismo que limpia los pecados.
Para el cielo seremos rescatados
por el agua y la sangre, el pan y el vino,
los divinos misterios revelados.
LA
AUTOREVELACIÓN DE JESÚS EN LAS
BODAS
DE CANÁ
Anticipas,
Jesús, la Eucaristía
de gracia
universal y comunión
en fe y en
celestial confirmación.
Agua en vino de
amor se convertía
Eres tú, mi
Señor, nuestra alegría.
Oíste de tu
madre la oración,
por su
caritativa mediación
gustamos tu
divina epifanía.
Que las
oscuras aguas de la vida
se
conviertan en vino generoso
para la
sed del alma redimida.
Por tu
misericordia trascendida,
eres del
alma celestial esposo.
¡Haznos
dignos, Señor, de tu acogida!.

EL
ANUNCIO DEL REINO DE DIOS
Y LA
LLAMADA A LA CONVERSIÓN
Pides la
conversión a los impíos
para darles el
Reino del Amor,
liberarles del
miedo y del dolor
y orientar
hacia el bien sus extravíos.
Invitas a
vencer los desafíos
del mundo
depravado y tentador.
Te envía el
Padre a ser el Salvador,
a ser luz en
los páramos sombríos.
Ilumina,
Señor, nuestra conciencia,
concédenos la gracia del perdón,
nuestro
pesar será la penitencia.
Sabemos
de tu amor, de tu clemencia,
de tu
humana y divina compasión,
¡concédenos el Reino en tu presencia!

LA
TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR
Te
transfiguras. Ven tus seguidores,
en tu esencia
divina trascendida,
el destino
final de la partida
de este mundo
hacia nuevos esplendores.
Pronto te
apresarán los agresores.
Es el momento
de la despedida.
Con tu
divinidad esclarecida
esperas
suavizarles los temores.
Resplandezca tu amor en nuestras vidas,
llena los
corazones de tu gloria.
danos
valor, restaña las heridas.
Que jamás
las mortales sacudidas
del
pecado, de oscura trayectoria,
nos
cierren celestiales avenidas.

LA
INSTITUCIÓN DE LA EUCARISTÍA
Es tu cuerpo y
tu sangre en pan y vino
el sustento que
ofreces a tus fieles,
te quedas en el
mundo, sin laureles,
en el Sagrario
de tu amor divino.
En la Cena
anunciaste tu destino.
Ofreciste
morada en tus vergeles
sin pedir
pasaporte ni aranceles,
sólo tu
Eucaristía es el camino.
Eres,
para la Gloria, el
alimento,
manjar
del cielo, pan de nueva vida,
vino de
salvación, renacimiento.
Sea tu
celestial advenimiento
a nuestra
humilde esencia convertida,
la razón
de cumplir tu mandamiento.

Emma Margarita R. A.- Valdés Reservados todos los Derechos de Autor.
Prohibida su reproducción sin expreso consentimiento.
email de la Autora:
universo@universoliterario.net
|