|
||||||
LA NIEBLA (Hch 1,9)
Por
Me gusta ver la niebla, el paisaje inconcreto de las formas. Me encanta, me seduce, que me ofrezcan las nubes ensoñadora alfombra. Tras la niebla está el sol, su aureola me incita a recrear la faz del universo escondida en las sombras.
La vibración de esencia es vaho penitente, es trágico holocausto del agua iluminada por la luna, expiación efímera del rayo.
Canta el tiempo sagradas profecías de zarzas y magnolias. El árbol está triste por los salmos dormidos en sus hojas. Hoy la niebla aletea como un extraño aliento de mi boca y reviste el contorno de armónicas imágenes pobladas de palomas.
Veo el halo intangible, luminoso, el fantasma del cosmos primitivo, gigantesco holograma de divina energía, de arcano laberinto.
Esta niebla estimula en mi piel antiguas sensaciones, me libera el cerebro de ancestrales angustias y dolores. Cuando llegue el relente, la serena humedad de amor y noche, gozaré la materia, desvelaré a la vida la luz de nuevos soles.
Soy hidra rescatada, con múltiples destinos, salamandra inmortal, cicatrizada herida, tallo verde nacido tras la poda, Ave Fénix de arcilla.
Si al mediodía el Sol me revela el misterio con el mensaje blanco de su rostro, en mi ser integral, trino y uno a la vez, donde llevo escondido el mapa del tesoro, encontraré la ruta hacia la gloria, viviré en coherencia con el Todo.
Del libro "Versos de amor y gloria". Biblioteca de Autores Cristianos, BAC. Si quiere enviar un mensaje recomendando estas páginas, pulse AQUÍ Añada este sitio a sus Favoritos Libros de Emma-Margarita R. A.-Valdés
Pintor: Caspar David Friedich
|
||||||
|
||||||
|