|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
CONTAR
YA NO SÉ
Por
Antonio
Orozco-Delclós
La
Virgen María
tejía,
reía.
José
la miraba,
velaba,
¡soñaba!
María
dormía,
hilaba
su seno
y
siempre tejía
la
Gran Maravilla.
-¿Cuándo
veré Amor?
-Cuándo
quiera Dios.
-Y
¿no eres Tú, Dios?
-Sí,
y Hombre, ¡por Dios!
-¿Qué
serás de mayor?
-Seré...
¡El Señor!.
-¿De
quién serás Señor?
-Tuyo
y del Dolor.
-¿Sufriremos,
Amor?
-¿Uno
somos o dos?
-Uno
somos los dos.
-Pues
nunca habrá dolor.
-No
lo habrá, lo sé.
¡Hora
es de nacer,
tejido
el Amor!
¿A
dónde ir José?
-A
pesebre tal vez,
calor
de ganado.
-¡Sí,
vayamos
los tres!,
¡Calor
ha ganado!

Y
yo digo: -¿¡Qué tres!?
¿No
éramos uno?
Uno
somos los tres.
-No,
que falta uno.
-Falta
el buen José;
y
con él van cuatro.
¡Ay,
ay, qué mal rato!
¡Contar ya no sé!
Así,
el retrato:
La
Virgen se ríe,
allá
en mi cuarto
el
Niño sonríe.
José
por un rato
reza,
canta, llora.
Hacemos
un trato:
en
tanto que llora
no
rezo, yo bailo
con
la Madre mía
que
el Amor ha dado.
El
Niño dormía.
Yo
me sosegaba,
Amor
ya velaba.
Tres,
cuatro, contaba
sumar
no sabía.
La
Virgen cantaba
soñando
tejía
ropitas
de niño,
¡sumar
yo sabía!.

Entrada a
la sección de los más jóvenes
Entrada
a Literatura infantil y juvenil
Entrada
a Navidad poesías
Contenido

|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|

Si
quiere enviar un mensaje recomendando
estas páginas, pulse AQUÍ
Añada
este sitio a sus Favoritos

|
|
|
|