EN LA ÚLTIMA HORA
Me buscaste en la espesura,
ya se había hecho de noche,
me llevaste a tus viñedos,
a ser obrero en tu monte.
Yo anhelaba trabajar
en los campos de tu cielo,
pero no te conocía
y no estaba en tu sendero.
Cuando tú llegaste a mí,
acepté tu invitación
y trabajé duramente
hasta la puesta del sol.
Muy tarde, en la última hora
me acogiste en tu sembrado.
Muy tarde te conocí
y soy de tu amor esclavo.
Sé que mi salario es poco,
no he comenzado el primero.
¿Por qué recibo una suma
que en realidad no merezco?
¡Es grande tu caridad!
Sin cometer injusticia,
lo que prometiste dar,
lo cumples en gran medida.
Ahora, que ya te conozco,
sé eres hombre y eres Dios,
que tu Palabra es eterna.
¡Eres Vida y salvación!
Emma-Margarita R. A.-Valdés
email del autor:
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