Tu eucarística
presencia
Por
Emma-Margarita
R. A.-Valdés
Te
doy gracias, Señor, porque has venido
a
unirte a mi materia ruin, mortal,
en
humano alimento espiritual,
pan
y vino de Amor del redimido.
El
noble pan es el maná ofrecido,
es
carne de Jesús, trigo inmortal.
El
vino excelso es sangre celestial.
Son
Vida eterna, don no merecido.
Que
este sabor a Ti, manjar del cielo,
perdure
en mi interior y me sustente
con
el aroma etéreo de tu esencia.
Que
mi alma se sature de tu celo,
mis
actos, mis palabras y mi mente
reflejen
ahora y siempre tu presencia.
Emma-Margarita
R. A.-Valdés
Contenido
Si quiere
enviar un mensaje recomendando
estas
páginas, pulse AQUÍ
Añada
este sitio a sus Favoritos
|