¡NO SE AHOGUE MI ESPERANZA!

(Mt 8,23-27; Mc 4,35-41; Lc 8,22-25)

(Jn 6,16-21; Mt 14, 24-33; Mc 6,47-52)  

 

Por

Emma-Margarita R A.-Valdés

 

 

En la barca de mi vida

surco un mar desconocido,

el derrotero perdido,

la esperanza desvalida.

 

Mi marea se agiganta

y te llamo desde el miedo,

no reniego de tu credo

pero la fe se quebranta.

 

Yo sé que Tú estás conmigo,

que vigilas mientras remo;

no te extrañes si ahora temo

a pesar de estar contigo,

 

pues el mar es tan profundo,

las tormentas tan oscuras,

y las luchas son tan duras

en este maldito mundo,

 

que, a pesar de estar contigo

y saber que Tú me amas,

te llamo mientras me llamas,

y te pido, fiel amigo,

 

que calmes estas mareas

que me arrastran al abismo,

que se acabe el espejismo

que esclaviza mis ideas,

 

trae de nuevo la bonanza,

líbrame de todo mal,

¡dame tu paz celestial!,

¡no se ahogue mi esperanza!

  

Emma-Margarita R A.-Valdés

  Del libro “Versos de amor y gloria

Biblioteca de Autores Cristianos (BAC)

Si quiere enviar un mensaje recomendando

estas páginas, pulse AQUÍ

Añada este sitio a sus Favoritos

Poesía trascendental

Contenido

Libros de Emma-Margarita R. A.-Valdés