AL NECIO

Definición de "necio" en el Diccionario de la Real Academia Española:

1. adj. - Ignorante y que no sabe lo que podía o debía saber.

2. adj. - Imprudente o falto de razón.

3. adj. - Terco y porfiado en lo que hace o dice.

Por

 Emma-Margarita R. A.-Valdés

Te has revestido de lodo,

te revuelcas en el fango,

tus pensamientos son polvo

y tus dioses son de barro.

Son ídolos que hoy devoto

amasas para adorar,

con tu necia insensatez

les pides amor y paz.

Son ídolos que levantas

de esperanzas, de utopías,

dioses que pronto destruyes,

dioses que no dan salidas.

 ¡Transforma tu lodo en tierra

donde siembres nuevas horas

y recojas la cosecha

germinada con tus obras!

Todos nacimos iguales

de nuestros padres primeros,

somos una ínfima carne

repartida por milenios.

Pero hay un alma inmortal

y un magnífico cerebro.

¡Apaga el fuego fugaz

y abona lo que es eterno!.

Comprendo tu desencanto

y siento tu sufrimiento,

quisiera darte la mano

para elevarte hasta el cielo.

pero es inútil, hermano,

tú no quieres liberarte,

gozas pregonando el daño

que sientes sobre tu carne.

No deseas conocer

más allá de lo esencial.

Vives para tu sostén

¡y niegas la eternidad!

 

Hombre de cieno, cautivo,

materia en figura humana,

en ti el hálito divino

se ha evaporado en la fragua.

No brota sobre tu mente

ningún bello pensamiento,

tu crítica de la suerte

repite conceptos muertos.

Pretendes la libertad

quemando viejos valores,

creas la contramoral,

vives esclavo de errores.

 

Poeta del pueblo llamas

al que canta la bajeza

y con poesía zafia

alaba tus vanas quejas.

Adoras, en tu ignorancia,

al inconformismo necio,

no sabes que sólo trata

de hacerte su prisionero.

Prisionero del poder

de aquéllos que, con engaño,

te prometen un edén

al alcance de tu mano.

 

Prisionero de igualdad,

de una “masa” sin ensueños,

uniformidad mortal,

sepulcro de los cerebros.

Prisionero de penurias

repartiendo la pobreza.

Por tu envidia destructora

soportas hoy la miseria.

Prisionero del trabajo,

pues, con rebeldía terca,

has hundido al empresario

y quedan pocas empresas.

 

¡Cuidado! ¡Trabaja fuerte!,

si pierdes tu actual empleo

es difícil que otro encuentres,

¡no hay tarea ni dinero!.

Desata las ligaduras

de la incultura y el odio,

de la desconfianza burda,

¡abre los ojos sin lodo!

Hoy muros se han levantado,

rediles de pueblos clave,

y hombres mueren por saltarlos

y hombres mueren por quedarse.

 

Piensas sólo en tus derechos

y no en tus obligaciones.

Todos somos jornaleros

de una misión en el orbe.

Estamos así obligados

a incrementar la riqueza

con nuestro trabajo honrado

para dar pan a la tierra.

Tenemos que compartir,

sin exigencias injustas,

y sentirnos bien al fin

de nuestra efímera ruta.

Lucha por ser hombre libre,

porque triunfen los valores,

la moral y la justicia,

la fe y las altas misiones.

En el amor y el saber

hay libertad verdadera,

abre mente y corazón

y hallarás paz en la tierra.

Así llegarás a ser

hombre libre, feliz, sabio.

¡Unidos por el amor

todos seremos hermanos!.

 

Emma-Margarita R. A.-Valdés
 

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