ABRES MIS OJOS
Cuando los días pasan
con mi paisaje negro,
y la vida es opaca
como un profundo infierno
y las horas transcurren
en continuo tormento.

Cuando en la oscuridad
de mi espíritu ciego
me ahogan rojas lágrimas
y te llamo en silencio
rogándote me des
la luz de tu universo.

Cuando en la noche triste
escuchas mi lamento
sé que me alumbrará
el brillo de tu cielo,
derramarás tu luz
sobre mi firmamento.

Al borde del camino
suplico tu remedio.
Con tu luz en mi espíritu
viviré un mundo nuevo,
gozaré la alegría
que da seguir tu ejemplo.

Has oído mis súplicas,
mis gemidos, mis ruegos
y has abierto mis ojos
a la paz, al sosiego,
a la dulce esperanza
de tu final encuentro.

¡Gloria a Dios en la
altura,
gloria a Dios en el
cielo!
 
QUE VEA LA GRANDEZA DE TU
AMOR
Grito al aire tu nombre,
ruego el color, la forma,
en la mirada.
Tú eres el Verbo
con poder creador.
Cubre mis ojos
un manto de silencios, no
percibo
la belleza del mundo que
creaste
con luz de tu palabra.

Ten compasión, te pido
quites las telarañas de
mis párpados,
que vea la grandeza de tu
reino.
Atiende mi clamor.

Me das tu caridad
y vuelven a mis ojos los
colores
y las formas
que con amor creaste.

Me escuchaste
y me llamas.
¡Gloria a Ti, mi Señor!
El Dios de cielo y
tierra.
Emma-Margarita R. A.-Valdés
email del autor:
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